Orígenes de Castellón y la conquista de Jaime I
por Arturo Esteve Comes.
El origen de la ciudad de Castellón se encuentra en el cerro de la Magdalena, altozano fortificado que dista unos siete kilómetros de la ciudad en dirección norte. Todo parece indicar, en razón a los restos arqueológicos encontrados (monedas, dos tumbas romanas, basas de columnas, fragmentos de cerámica saguntina, etcétera, que dicho lugar estuvo habitado por íberos, romanos y musulmanes desde la Edad del Bronce hasta la conquista cristiana de 1233).
Ya en el siglo XI, mucho antes de la conquista de Jaime I, Pedro I rey de Aragón y Pamplona (1068-1104) en colaboración con el Cid ocuparon los territorios valencianos comprendidos entre la costa y Culla, y desde el Mijares hasta Oropesa (a término de Fons-Calens usque ad mare, et usque ad rivum de Burriana, et usque ad terminum de Borriol, et usque ad montanean de Montornes).
Alfonso II «el Casto» (1164-1196) rey de Aragón, conde de Barcelona, Gerona, Ausona, Besalú y Cerdaña junto con su esposa doña Sancha de Castilla (en 1178) hicieron donación al obispo y catedral de Tortosa de la villa y castillo de Khadrell (Fadrell) que englobaba los términos de Almazora y Castellón.
A mediados del año 1233, tiene lugar la conquista cristiana del castillo de Castellón y de su territorio, que Jaime entrega a su tío el conde Nuño Sancho del Rosellón y este lo mantiene hasta su muerte en 1242. En 1239 el conde concede carta de población a 54 colonos en la alquería de Benimahomet, aunque el proyecto no llegó a finalizarse.
A continuación el territorio pasa a otro tío de Jaime, el infante don Pedro de Portugal, pero en 1247 se sublevan los moriscos y son expulsados a la sierra de Espadán.
Jaime I, sin tener en cuenta el señorío de don Pedro, procede a la repoblación del territorio en 1248-1249, concede a treinta colonos habitación y tierras de secano y regadío en la alquería abandonada de Beniarabe, futuro núcleo inicial de la villa de Castellón y a uno en la alquería de Almalafa (Llibres dels repartiments).
Más tarde, el 8 de septiembre de 1251, Jaime I autoriza el traslado de la villa (mutatio villae) desde el castrum de Castellón a cualquier lugar del llano. Al parecer el traslado administrativo, que no poblacional, tuvo lugar el tercer domingo de la Cuaresma del año siguiente. Castellón de Burriana ya tenía entidad suficiente para asumir las funciones administrativas, económicas y religiosas del término.
Durante un tiempo coexistieron el Castellón de Burriana y el castrum de Castellón, dado que hasta 1255 el nombre de Castellón lleva siempre aparejado el término castro hasta 1259 que empieza a desaparecer. No obstante es en 1320 cuando esta referencia castrense deje de utilizarse y empiece a emplearse el término de Castell Vell.
La despoblación total del Castellón del castillo de la Magdalena tiene lugar en 1320, cuando Jaime II lo entrega a Jaume de Trulló.
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