Todo ello, por supuesto, antes de que se abriera la calle o camino que sale de la calle de San Mateo, haciendo esquina en la casa del señor José Segarra Garcerán.

    Empecemos por aquel extremo del trayecto que nos permita ir siempre por la acera de nuestra derecha. Situémonos en la acera de la fábrica de toquillas, al final de la calle de la Independencia y veamos hasta donde se podía ir entonces sin volver a pisar la calle.

    Subamos por esa acera hasta empalmar con la del lado de los impares de la calle de San Mateo en su final y sigamos hasta el comienzo de esta calle en la plaza de Mahó, con la que enlaza la misma acera, que a su vez rodea esta plaza, con el ángulo principal que tiene, e incluso bordeando la casa de Ambrós que sobresalía mucho de las demás. Con lo que nos plantábamos ya, siempre sin salimos de la acera, en el final de la calle de Valencia, también en el lado de los impares.

    Continuemos por esta larga acera hasta Els Quatre Cantons y torciendo a la derecha enlazamos con la del comienzo de La Raval por el lado de los pares, con la acodadura que tiene en su parte llana y descendiendo después gradualmente, llegamos al final de esta calle, en lo que era el comienzo del camino de La Jana y ahora es un tramo del camino del Turmell. Final de nuestro paseo. Porque para dar un paso más ya hemos de dejar la acera, metiéndonos en dicho camino.

    ¿Qué longitud tendrá ese recorrido?¿Unos 800 m?¿Acaso 1 km? Desde luego que yo no conozco ninguna acera de esas características que fuera más larga. ¿La conoce alguien? ¿Existe siquiera?

Madrid, 18 de septiembre de 2012.