La Virgen de los Desamparados
Por Jesús Moya Casado
El rey Alfonso “El Magnánimo” firmó el día 3 de octubre de 1416 un privilegio real autorizando la construcción de una imagen para la Cofradía de la Madre de Dios.
El 29 de agosto de 1414 fueron aprobadas por el rey Fernando de Antequera y el papa Benedicto XIII las Constituciones de la Cofradía de la Virgen, abierta a gentes de toda condición social; apoyó la feliz iniciativa del mercedario padre Gilabert Jofré a la hora de construir un "Spital per a Ignoscents, folls e orats".
Sería el rey Alfonso “El Magnánimo”, por privilegio firmado el 3 de octubre de 1416, concedió permiso a la Cofradía de la Virgen para esculpir y poseer una imagen de la Virgen María de plata sobredorada o de madera, según las posibilidades que tuvieran y que no mandaron labrar de inmediato, pues no hay rastro de ella en los libros de la Cofradía hasta 1425.
Desde 1414, en que Lorenzo Salom obtuvo del papa Benedicto XIII el privilegio de fundación de la Cofradía de Nuestra Señora de los Desamparados de Valencia, existía en la mente de los cofrades la idea de contar con una imagen de la Virgen María que los acompañase en sus funciones caritativas y de auxilio social.
En este año, en los inventarios de bienes de la Cofradía, se habla de una “caja para guardar la imagen” realizada por Bernardo Cors, lo cual hace suponer que ésta ya existía en esa fecha. La segunda, 1426, también procede del archivo documental de la Cofradía y recoge la existencia de una imagen de tamaño natural, con una flor de lis y una cruz, elaborada con un material de poco peso y gran delicadeza, de dorso plano y cabeza ligeramente inclinada hacia delante, ya que descansaba sobre una almohada, con los brazos laxos y sin contraposto para llevarla sobre los cuerpos de los ajusticiados.
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