Exposición sobre la II República Española
Por Jesús Moya Casado
Siempre había querido saber qué fue eso de la II República Española y ayer día 14 de abril, acudí a una exposición de un Partido Socialista sobre la II República Española y lo cierto es que quedé maravillado por su buena organización, buenas explicaciones y todo lo que en esta exposición estaba expuesto. Verdaderamente muy admirable.
En una gran sala, lo primero que se podía contemplar era una gran cantidad de imágenes del golpe de estado que protagonizaron en Asturias en 1934 la alianza obrera impulsada por el PSOE, con la UGT, la CNT, el Bloque Obrero y Campesino (BOC) y el PCE, todos ellos muy democráticos. Igualmente se podían contemplar actas de votación de diversas mesas electorales manipuladas y que ni aún así pudieron alcanzar el poder, de ahí que lo intentaran por el poder de las armas. Hubo muchos muertos que no se dejaban ayudar por parte de los golpistas y tuvieron que convencerlos a base de tiros.
La sala más espectacular fue la dedicada a las imágenes de iglesias y conventos quemados por los correligionarios de estos partidos políticos pero que la realidad, según explicaban los paneles informativos, los quemaban porque al estar todos los mineros de Asturias en huelga o muertos y no haber carbón, los quemaban para dar calor a los pobres.
En el ala derecha (con perdón) de la grandiosa sala estaban expuestas una gran cantidad de fotografías de gentes del clero asesinados, monjas violadas, imágenes religiosas expuestas en las puertas de iglesias y conventos disfrazados a modo de burla. Había una imagen que me llamó poderosamente la atención y fue la que se ve unas personas vestidas con unos monos azules con gorros negros y rojos (no sé a qué partido político pertenecerían) con un rifle en bandolera bebiendo de un cáliz. La explicación que nos dio la azafata que nos acompañaba a modo de guía es que “...en aquellos tiempos había muchas armas y munición y contra alguien habría que gastarlas, no se iban a quedar sin usar, pero que, eso sí, los mataban sin rencor”.
En el centro de esta gran sala, bajo una urna transparente, estaba expuesta la pistola con la que asesinaron a José Calvo Sotelo en la madrugada del 13 de julio de 1936 en la que fue detenido de madrugada en su casa por “La Motorizada”, la milicia de los socialistas madrileños. Durante el traslado a una cuneta con la intención de desayunar amigablemente con él, al pistolero socialista Luis Cuenca, guardaespaldas del líder de los socialistas Indalecio Prieto, se le disparó su pistola y el disparo fue a dar en la cabeza del señor Calvo Sotelo, pero fue sin querer, de hecho de inmediato llevaron el cuerpo a su casa (en vez de dejarlo tirado) y dieron sus condolencias a su viuda. En el entierro los socialistas presidieron el mismo y enviaron una gran cantidad de coronas de flores.
En una sala de proyecciones pudimos ver un documental muy bonito sobre el cementerio de Paracuellos del Jarama (Madrid) en el que, no se sabe muy bien por qué, la gente llegaba allí viva y salía muerta con un tiro en la cabeza. Se piensa que era algún francotirador (facha, por supuesto) que estaba apostado en las inmediaciones del cementerio.
Fue también muy curioso ver las maquetas a tamaño real de las checas que esos partidos democráticos tenían a disposición de todo el que quisiera entrar y degustar los manjares que allí se servían. Eran lo más parecido que se puede ver hoy en día en las Casas de la Cultura u Hogar del Jubilado de cualquier población española. Allí se jugaba a las cartas, se bailaba, se podía tomar un café o una cerveza a unos precios muy módicos..., prácticamente regalados. Esos establecimientos quebraron porque, después de servir todo lo que pedían, luego no había forma de cobrar. Hoy en día hay gente que pretende reescribir la historia y va diciendo por ahí que en esas checas socialistas se torturaba, ¡mentira podrida!
En fin, que salí de allí emocionado de ver que definitivamente se decía la verdad sobre esas partes de la Historia de España.
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