Xert y su extraordinaria industria jabonera
por Ramón Andrés Feenstra.
El periódico local Mediterráneo publicó el 12 de diciembre de 1981, bajo el título «Chert y su mola Murá», un texto dedicado a relatar las características principales de nuestra población. En este texto el periódico destaca que:
Xert «siempre fue famosa porque su desarrollo estaba por encima del nivel lógico que correspondía a su censo de población. Hubo fábricas de jabón muy importantes, sobre todo la de la familia “el saboners” y la de “el marianets”, que acabaron trasladándose a la capital» (BVPH, Mediterráneo, 12 de diciembre de 1981). Efectivamente, en una localidad como la nuestra llegaron a coexistir hasta tres fábricas de jabón en la década de los años veinte del siglo pasado. Dos de estas, la de Mariano Beltrán (los Marianos o Marianets) y la de Salom (els saboners) perduraron en el pueblo hasta su posterior traslado a Castelló capital, la primera en la década de los cuarenta y la segunda posteriormente. Aunque no es sencillo relatar con precisión la historia de estas fábricas, vamos reconstruir aquí algunos de los descubrimientos que hemos podido localizar sobre una industria que bien podemos considerar como extraordinaria, tanto por la importancia histórica que tuvo en su momento como por su posterior perdurabilidad.
El rastreo de la información de la contribución es una primera fuente que nos permite localizar el origen de las tres fábricas que se crearon en Xert hace ahora 100 años. Específicamente, la matrícula industrial, que es un impuesto que grava la actividad profesional en curso con una cuota fija por actividad y una variante en función del volumen de producción, nos ofrece numerosas pistas. Este impuesto que tiene un carácter obligatorio y que hemos podido consultar en el Archivo Histórico Provincial de Castelló (calle Rafalafena, nº 29, de Castelló de la Plana), sitúa la constitución de las fábricas de Salom y de Beltrán en el mes de mayo de 1921. Vicente Salom Bonet registra la fábrica de jabón en la calle Zocalet mientras que Mariano Beltrán hace lo propio en la calle Valencia. Por tanto, en este año contamos ya con dos fábricas constituidas formalmente, aunque por los índices de producción que recoge el impuesto también sabemos que producen todavía una pequeña cantidad. Solo dos años más tarde, en octubre 1923, se registra una tercera fábrica a nombre de Marcos Sanz Ferreres. Este mismo año los índices de producción de las demás fábricas aumentan significativamente, con lo que deducimos que la industria se consolida en el primer lustro de esta década de 1920.
Los Anuarios-Guías de la provincia de Castellón de la época (que recogen una descripción detallada de cada localidad, sus características y negocios) nos permiten contrastar esta información. Con las guías de 1922, 1923 y 1924 corroboramos la existencia de estas fábricas e incluso localizamos los dos primeros anuncios de la empresa de Mariano Beltrán (AUJI, Anuario-Guía, 1925, 3, p. 323).
Características de esta industria incipiente,
Es difícil conocer con exactitud las características de esta nueva industria jabonera, aunque hay aspectos que sí podemos reconstruir. Sabemos, por ejemplo, que su expansión por la provincia no es una excepción ya que tal y como registran los Anuario Guía son numerosas las localidades de la provincia donde existen fábricas de jabón. Por ejemplo, la guía del año 1922 recoge datos de numerosas fábricas siendo las localidades de Castellón y Xert las que cuentan con el mayor número de fábrica de este producto con un total de 3 cada una.
Hay varios aspectos que pueden explicar el auge de este sector. El desarrollo paralelo de la industria textil puede haber desempeñado un papel esencial en el surgimiento de fábricas jaboneras de la provincia, tal y como sucedió en la región de Valencia (Terol i Reig, 1995). También la importante fue la abundante producción de aceite, que pudo haber influido en la propagación de ese tipo de fábricas en diferentes localidades al ser una materia prima esencial. En Xert precisamente el aceite tiene un peso central, e incluso el Anuario-Guía de 1925 lo considera como el producto principal de la localidad, donde se cosecharon 9000 hectolitros aquel año.
Sobre las características del funcionamiento de las fábricas hemos podido reconstruir los pasos iniciales de fábricas como la de Beltrán gracias a la localización de una serie de antiguos diarios familiares que aportan información relevante. En este caso, los diarios detallan como los orígenes de la empresa se remontan a la instalación de unas modestas infraestructuras en la parte inferior de una vivienda habitual. Este tipo de instalaciones se desarrollaron en diferentes lugares como, por ejemplo, Albaida en los siglos XVIII y XIX cuyo caso es descrito por parte de Terol i Reig (1995, 360)[1] . Mariano Beltrán Ferreres y María Beltrán Gimeno regentaban un café en la parte superior de la vivienda y dedicaron la parte inferior a producir jabón. El acceso a materias primas, especialmente al aceite dada las propiedades familiares de campos de olivos, facilitaba el inicio de las primeras experiencias en el proceso de elaboración del jabón y el progresivo perfeccionamiento de la técnica. En un inicio bajo un modelo de producción de carácter primario y progresivamente se fue profesionalizando y ampliando los niveles de producción con la entrada de la segunda generación de la empresa: Mariano, Práxedes y Manuel Beltrán Beltrán.
Las marcas históricas del jabón Xertolí,
Las marcas de jabón de Xert proliferaron con estas empresas siendo registradas de forma progresiva en el correspondiente ministerio y apareciendo en anuncios publicitarios de la provincia. La familia Beltrán creo primero las marcas de Lorito y Beltrán, a las que más tarde se sumarían otras como Castalia y Gloria. La familia Salom destacó por otras marcas como Golondrina, La Tartana, Mediterráneo y Anillos. Marcas, todas estas, que pueden ser rastreadas hoy en día en el registro digitalizado de la Oficina Española de Patentes y Marcas del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
La empresa de Beltrán publicó en 1930 un anuncio en el Heraldo de Vinaroz, lo que permite confirmar que la empresa se va consolidando y sus ventas se extienden por el territorio de la provincia de Castelló. Además, este anuncio cuenta con la curiosidad de incluir un llamativo eslogan «Los reyes del jabón», algo que por aquella época todavía no estaba generalizado. También se publicitó en algunos llamativos carteles que han llegado hasta nosotros.
También de Salom encontramos anuncios, aunque en este caso de años algo posteriores y concentrados sobre todo en los Anuarios-Guías en la década de los 40. Sin embargo, no hemos podido localizar anuncios de la tercera fábrica, la de Marcos Sanz. A pesar de aparecer en la matrícula industrial en los años 20 es menor la información que hemos logrado registrar. Observar que además que no aparece registrada en la matrícula industrial de 1933 es un indicio de que su andadura pueda haber sido más corta. No así Salom y Beltrán, que no solo se consolidan en sus primeras dos décadas, sino que además mantienen su actividad durante la Guerra Civil (1936-1939), convirtiéndose en un centro de abastecimiento esencial de este producto también para otras localidades durante este periodo.
El jabón en Xert durante la guerra civil.
El Archivo Municipal de Xert representa una fuente de estudio esencial para reconstruir la historia del jabón del pueblo. Sus archivos recogen numerosos secretos del papel que desempeñó esta industria, especialmente durante la guerra civil. El jabón fue muy importante dado que era empleado como moneda de cambio para la adquisición de otros productos que luego eran distribuidos entre los habitantes de la localidad. En este sentido, Soler en su libro Xert. Geografia, història, patrimoni explica cómo, en mayo de 1937, el Control Obrero «utilizaba el jabón Salom y La Golondrina de Miguel Beltrán y el jabón de coco Beltrán y el jabón extra el Lorito de Mariano Beltrán como productores estratégicos para abaratar los alimentos básicos y racionalizarlos entre el vecindario» (Soler, 2019, 317-318). El 15 de mayo de 1937 los representantes del Ayuntamiento decidieron establecer un impuesto extraordinario a todos los fabricantes con la finalidad de aumentar sus recursos. El acuerdo alcanzado señala que “vistas hoy las circunstancias actuales se acuerda que las fábricas de jabón, que ya venían abonando voluntariamente, y la fábrica de aserrar madera, las de licores, el taller de confección existentes en el término, honeren como impuesto extraordinario el cinco por ciento de las operaciones que realicen a contar de esta fecha” (AMX, Actas, 15 de mayo de 1937).
Por otro lado, la documentación localizada en el Archivo Municipal del pueblo permite apreciar cómo la carencia de materias primas en este periodo fue evidente y afectó a diferentes materias: sosa, sebo y aceites. Cartas localizadas en este archivo desvelan que el trueque se generalizó con el fin de mantener la actividad. Sabemos, por ejemplo, que el 29 de julio de 1937, la Consejería de Abastecimientos de la provincia autorizó al Consejo Municipal de Xert a exportar a la Cooperativa Popular de Terrassa 800 kilos de jabón a cambio de la entrega de 800 kilos de sebo fundido (AMX, A-III, A-6/12). Mediante este tipo de intercambios los fabricantes pudieron mantener su actividad y las autoridades locales se aseguraban unos recursos claves en un periodo convulso.
Además, a lo largo de la guerra, el jabón producido en Xert fue conocido y demandado por poblaciones de alrededor, un hecho que queda constatado por la presencia de diversas cartas donde el consejo municipal autoriza el transporte y la venta de jabón a localidades como Terrassa, Salzadella o Quart de Poblet (AMX, A-III). Más tarde, el 29 de julio de 1938, y con el pueblo ya bajo el dominio franquista, el alcalde de Xert recibe una carta del alcalde de Vinaròs en la cual le solicita precios para la adquisición de jabón. La carta indica que:
Muy Sr. mío y distinguido compañero: teniendo falta de jabón blando para el abastecimiento de esta población y teniendo noticias de que en esa plaza abunda dicho artículo, mucho le agradecería si sirviera comunicarme cantidades que podrían ofrecernos, así como su precio (AMX, A-III, A-6/13).
En resumen, la producción del jabón se mantuvo en Xert a pesar de todas las dificultades, no solo en cuanto a la carestía de materias primas sino también por el requisamiento de los vehículos que poseían los fabricantes. EL jabón fue en aquella época un medio de pago que permitió acceder a otros bienes en plena economía de guerra.
El jabón bajo el régimen franquista
Si en la guerra civil las fábricas tuvieron que superar diferentes dificultades como la escasez de materia primas y la incautación de sus camiones, las cosas no fueron tampoco nada sencillas en los años posteriores. En este caso, tuvieron que hacer frente a una compleja maraña de disposiciones legales del régimen franquista, al férreo control obrero aplicado por el sindicato vertical y al incremento impositivo. Para reconstruir las características de la industria en esta época resulta de especial relevancia la documentación que recoge el Archivo de la Cámara Agraria de Xert.
El control que ejercía el régimen sobre los trabajadores era absoluto y se extendía a todo tipo de decisiones empresariales, que incluyen la adquisición de materias primas y de vehículos. Por otro lado, el suministro de materias primas también pasó a estar bajo el control del régimen, a través de la Delegación Provincial de Abastos y Transportes. La carencia de materias primas sufridas durante la guerra civil no fue mitigada en este periodo. Al efecto devastador de la guerra se le sumó el aislamiento internacional y los pobres resultados económicos afectaron a la población, que sufrió la generalización de la pobreza. Los productores de jabón se vieron especialmente aquejados por la dificultad de adquirir aceite y ello explica los cierres esporádicos de producción que hemos podido leer en el tenso intercambio de cartas con el sindicato vertical.
La carencia se prolongaría durante años y la escasez de materias primas determinó la política industrial del momento en sectores como las industrias cárnicas, las colas, las pinturas, el caucho, el cuero o el jabón (Pires Jiménez, 2003). Por otro lado, la industria del jabón en Xert vio aumentar la carga impositiva tal y como se desprende de la información que recogen las actas de la localidad. El aumento impositivo empezó a gestarse incluso en el transcurso de la guerra civil y concretamente en el pleno celebrado el 10 de septiembre de 1938 (cuatro meses después de la entrada de las tropas franquistas en la localidad). En esta sesión los representantes locales señalan que la propuesta del aumento impositivo, fijado en un 32 %, había sido objeto de críticas por parte de los industriales y que ante las quejas y las dificultades del momento “se acordó por unanimidad asignar el veinticinco por cien para el recargo municipal en vez del 32 por cien» (AMX, Actas, Carpeta marzo 1938 septiembre 1938).
Finalmente, tampoco cabe olvidar que en este periodo la instauración del sistema dictatorial se realizó a base de métodos represivos y que los juicios sumarísimos alcanzaron a personas de la industria jabonera del pueblo como, por ejemplo, a uno de los socios de los Beltrán, como fue el caso de Práxedes Beltrán Beltrán y de un trabajador de la misma empresa como Manuel Calduch Zaragoza.
Traslado a la capital de provincia.
Las fábricas de jabón de Xert mantuvieron la actividad en la localidad, pero acabaron trasladándose a la capital de provincia. Curiosamente este traslado afectó también a otras fábricas de jabón de la provincia como la empresa de Casimiro Bellmunt que, ubicada inicialmente en Albocacer, se trasladó a mitad de la década de los 40 del siglo pasado. El mismo pasó realizó la fábrica de Mariano Beltrán que se ubicó en Castellón desde el 1 de abril de 1945. La fábrica de Matías Salom estaría todavía unos años en Xert aunque en la década de los 60 también lleva su actividad a la capital de provincia. Los motivos de este cambio pueden haber sido variados pero el acceso a un mayor mercado interno puede estar entre las posibles causas. La fábrica de Salom se mantendría en activó durante unos años más, aunque no logró perpetuarse en el tiempo. Por su parte, Jabones Beltrán, que modificó su nombre en 1949 a Beltrán Hermanos, logró hacer frente a numerosos cambios en el sector del jabón y sigue hoy en día en activo en Almazora (Castellón), donde conviven la cuarta y quinta generación de jaboneros Beltrán. Hoy la empresa cuenta con unas instalaciones amplias y modernas, pero mantiene la misma filosofía de producción del jabón artesanal que surgió en Xert hace ya cien años.
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[1] Terol i Reig explica cómo se combinaba una estructura dual de vivienda e instalación industrial utilizándose la parte inferior como una jabonería. La jabonería contaba normalmente con un patio y espacios destinados a la caldera, a la producción y al almacenamiento (Terol i Reig, 1995).
Nota 1
Los datos expuestos han sido fruto de una investigación histórica realizada en numerosos archivos documentales y con conversaciones con expertos en la materia. La información recabada en el proceso fue tanta, que finalmente fue recopilada y publicada en el libro Historia del jabón. 100 años de Jabones Beltrán, editorial Dykinson (Madrid), escrito por Ramón Feenstra en 2020.
El libro recoge apasionantes momentos de la historia del jabón en España narrados a través de una pequeña empresa familiar de Castellón, Jabones Beltrán, como hilo conductor. En él se estudia la importancia del jabón durante la guerra civil, el posterior desarrollo químico y tecnológico a partir de la década de los cincuenta y la consagración, llegando el siglo XXI, de un creciente consumo responsable. El papel de las compañías familiares, la historia empresarial y la ética en la empresa son otros temas esenciales de este libro.
Nota 2
Durante la investigación, gracias a conversaciones con vecinos del pueblo, hemos conseguido identificar (con su nombre, o apodo) a casi todos los integrantes de esta foto: amigos y trabajadores de la empresa Mariano Beltrán, a primeros de la década de los 40, en Xert. Pero algunos de ellos nos han sido imposible. ¿Los conoces? Si identificas a alguno de los que no lo están, escríbenos por favor a centenario@jabonesbeltran.com y nos pondremos en contacto contigo. Gracias!
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