Cuando se celebra algún acontecimiento local en el que, vestidos con los trajes típicos de la población, se sale al baile en la plaza del pueblo, éste siempre viene acompañado de la inseparable rondalla y además, los Quintos, todos los años en la recogida del aguinaldo, anuncian su pasacalle con este tipo de folclore popular en el que no falta el cante de estrofas populares breves relacionadas con acontecimientos locales.

De tres cosas presume Chert

que son orgullo en España,

es San Marcos, sus mujeres

y el brandy que hace Segarra.

    Mi amigo Emilio Ferreres "El Gallo", era un artista cantando estas coplas y alguna que otra jota pero fue en la década de los 90 cuando el señor Vitorino Gisbert Ferrer de la Vall d'Alba se desplazaba a Chert a enseñar lecciones de guitarra y bandurria revolucionando a toda a la juventud del pueblo. Muchos quisieron aprender el arte de su manejo y hasta yo mismo iba por las noches a casa del tío Pepe Carbó Beltrán para aprender a tocar las castañuelas para el baile.

    El resultado de las enseñanzas recibidas por los educandos consiguió un rápido incremento del número de los componentes de la rondalla del pueblo que aglutinaba tradicionalmente a unos pocos abueletes aficionados como José Vicente Meseguer Puig, Casimiro Sorribes, José Carbó Beltrán, Manuel Meseguer, José Beltrán Beltrán, Magencio Marzá Monfort, Ismael Gausach, Benjamín Marqués Salvadó, Eleuterio Sales, Olegario, José, Justo, Pablo Meseguer, debiendo dar nombre al grupo y naciendo de esta forma La Rondalla Monte Turmell formada por las personas con esta afinidad musical.