El aguardiente obtenido a partir de destilados de vino, sin artificios ni mezclas y criado en la quietud de la bodega dentro de barriles de roble en las idóneas condiciones ambientales y los trasiegos suficientes, consiguen con el paso del tiempo las distinciones peculiares de este sistema de elaboración, el sabor, el color y el aroma, natural, propios, característicos e inconfundibles del BRANDY DEL MAESTRAZGO y que Julián Segarra, cuando realizada la cata, decidía el embotellado para su comercialización.

        Cuanto más tiempo permanecía el licor en los barriles, mayor es el sabor y finura adquirido, con el inconveniente de haberse producido una diferencia en menos por envejecimiento que representa unos ajustes negativos, por lo que se encarecía el elaborado final, pudiendo llegar a unos precios prohibitivos. De ahí que su degustación no puede perjudicar la salud, si acaso, el bolsillo.

        Los barriles de roble del tipo transporte que aparecen en la imagen fotográfica de la bodega en la Destilería de Julián Segarra, son como los utilizados hasta la muerte del Rey de España Carlos II en los envíos marítimos hacia las posesiones españolas de todo el mundo y encargados de modificar las características organolépticas del aguardiente destilado de vino que contienen.