La configuración orográfica resulta de la alternancia de bloques realizados y moldeados en sierras por la erosión, con otras tantas depresiones o pasillos interserrados dónde la circulación humana y sus actividades se ejercen desde tiempo inmemorial con cruce de caminos fenicio y romano.

        A lo largo del Mioceno, gran parte de toda esta zona fue sepultada por las potentes masas de derrubios procedentes de bloques mesozoicos que en tiempos recientes se elevaron, con ello, es muy seguro que a mediados de este periodo, la morfología se caracterizase por una notable planitud en la que solo sobresalían suaves lomas como testigos indicativos de los energéticos efluvios anteriores.

           Sobre este plano pseudoestructural de los antiguos interfluvios y sedimentación en las depresiones, se producirá el convulsivo proceso de encajamiento y organización de la red fluvial consecuencia de la actual forma del relieve.

        Desde mediados del Mesozoico, toda una serie de fallas catalánides, paralelas a la costa, vuelven a actuar en la zona determinando desnivelaciones verticales de bloques y la típica morfología estructural de alineaciones serranas y depresiones intermedias características de estas tierras que, por su proximidad alcanzan el Río Ebro en su desembocadura para rellenarse de sedimentos neógenos y cuaternarios.

        A comienzos del Plioceno y con la nueva disposición del relieve, la red fluvial a favor de los escarpes recién formados, desencadena los energéticos procesos de variado y colmatación que darán al relieve las formas con las que hoy se nos aparece y observa, al igual que los cercanos corredores restantes deprimidos, debiéndose alojar a las corrientes de drenaje. De modo semejante en las fosas paralelas del sector oriental, el drenaje se acomodará a la disposición de pasillos limitados por escarpes de falla, produciéndose un desagüe hacia el norte que corriendo durante cien kilómetros culminará en el Río Ebro.

        Es muy importante indicar que como consecuencia del régimen torrencial de estos desagües, se originó una gran acumulación de materiales detríticos, generalmente de calibres gruesos más o menos rodados en las zonas deprimidas, construyendo el origen de la llanura culovio-aluvial de las cercanías de San Mateo con un drenaje corriendo hacia el norte y paralelo a la costa en busca del Río Ebro hacia los Llanos de Tortosa y con un enrejado estructural que dificultando la libre circulación, organizará áreas de difícil drenaje, creando amplias zonas palustres ricas en turbas y restos de materias orgánicas no mineralizadas enclavadas en una llanura de acumulación fluvial dónde existe un capa de suelo calizo húmico que proporciona a los cultivos de vides y en la base de la profundidad de sus raíces, la suficiente humedad de cambio para las necesidades de las cepas, no precisando fertilización alguna durante la época vegetativa, lo que nos permite desarrollar una agricultura natural.

        Por otra parte la no utilización de productos fitosanitarios durante el cuidado de los viñedos, consigue mantener el equilibrio ecológico en las cepas, favoreciendo la existencia de un ecosistema idóneo para la correcta maduración de las uvas, materia primera en la obtención del alcohol destilado de vino, base de la fabricación del BRANDY DEL MAESTRAZGO.