"de Chert a Traiguera"

por el camino de las ermitas de San Vicente en el Maestrazgo


    El lector pensará equivocadamente que desaparecida la ermita de San Vicente de Chert, es imposible marcar el punto exacto de la salida en este itinerario. ¡Cual lejos de la realidad!. Tomando la molestia de acceder a la interesante lectura del artículo de D. Juan Antonio Micó Navarro titulado "La ermita de San Vicente Ferrer de Xert", un monumento histórico desaparecido, nos daremos la oportunidad a nosotros mismos de ver la imagen fotográfica que en su día tomó con su máquina de retratar Agfa Billy F8.8 Julián Segarra Ferreres y si observamos detenidamente, a menos de diez metros delante de la fachada, veremos que hay plantado un arbolito, pues muy bien, el mismo árbol pero, bastante más crecido, continúa plantado en la actualidad, por consiguiente, el punto de salida lo tenemos definido, en cualquier caso, como Julián Segarra Ortí es el vecino más viejo en años de residencia de toda la calle Independencia, viviendo ininterrumpidamente en la casa del nº 8 desde su construcción en 1924 nos puede muy bien informar, no obstante, cualquier banco de piedra de sillería que hay en el paseo de la Independencia, debería poder ser suficiente para nosotros.

    Descendemos por el paseo de la Independencia en dirección a la glorieta de la olivera con la cantimplora llena y el bocadillo en la mochila para avanzar hasta el final de la calle, allí encontramos el acceso a la pistas forestal o camino del monte Turmell que nace con un giro a la izquierda en el sentido de nuestra marcha pero, la calle continúa bajando hasta el barranco de la Fuente por el lado del almacén municipal que algún día eran lavaderos públicos. Previo al cruce del barranco, coincidimos por nuestra derecha con el camino asfaltado que desciende de la calle don Miguel Beltrán de Chert y en esta misma posición, da un giro de noventa grados por la misma vereda que ahora asciende en cuesta de firme asfaltado hacia la colina durante algo más de cien metros, para girar noventa grados a la izquierda en dirección norte y ascensión progresiva por el medio de la vía pecuaria. Es camino es conocido como camino La Jana porque nos conduce hasta nuestra vecina población y describiendo un gran arco desciende por la ladera de la colina con débil pendiente durante quinientos metros para coincidir con una pequeña pinadita que crece a nuestra derecha, al final de la misma vemos un camino de tierra con acceso a nuestra izquierda que no tomamos pero que nos sirve de referencia. El camino de La Jana continúa recto con ligera bajada de unos ochocientos metros pasando junto al pou de les arxiles que queda a nuestra izquierda, después, un cruce con giro a la derecha de nuestro camino, nos permite ver a la vera izquierda la capelleta de Santa Bàrbera y a treinta metros, en dirección norte, una cercana granja. Continuando por el trazado, el camino da un giro hacia la derecha manteniendo un ligero arco hacia la izquierda para continuar hasta la próxima granja de dos naves que se levantan a la derecha de nuestro paso y siguiendo el camino vamos en línea recta por entre fincas de olivos hasta el cruce con el camí dels bandeixatas. En este cruce, el asfalto gira noventa grados a la izquierda para aparecer en la carretera N-232 pero nosotros seguimos recto dejando el camino asfaltado y adentrándonos en el camino de suelo de tierra que permanece paralelo a la carretera N-232 y que circula a unos treinta metros por el sur a otro lado de la finca.

    Unos cuatrocientos metros más adelante, interseccionamos con la carretera N-232 y un nuevo camino vecinal recto en dirección norte nace desde la misma carretera. Al otro lado estaba construido el Mas de Bruno que por razones de trazado de la carretera N-232 fue eliminado hace tan solo unos años durante su ampliación, por detrás del Mas de Bruno, es decir, por la cara sur del Mas de Bruno continúa existiendo el camino pero como enseguida hay que cruzar de nuevo la carretera N-232 para retomarlo en la cara norte de la carretera N-232, seguiremos por la vía de servicio sin necesidad de cruzar dos veces la carretera N-232 y exponernos a la circulación rodada. Como comprobamos, a menos de ciento cincuenta metros, aparece de nuevo el camino de La Jana por el margen norte de la carretera N-232 y continuando por la vía de servicio, seguiremos durante unos cuatrocientos cincuenta metros para descubrir de nuevo el viejo camino de tierra alejándose de la carretera N-232 y describiendo un arco durante unos trescientos metros, nos conduce de nuevo a la carretera N-232 que pasa por encima. Durante los próximo doscientos metros, deberemos andar por la vía de servicio de la carretera N-232 paralelos a la misma carretera y a partir de allí, durante unos trescientos cincuenta metros, disfrutaremos del viejo camino hasta que de nuevo, la vía se servicio de la carretera N-232 nos conduce paralelos a la misma carretera los siguientes trescientos metros y un nuevo arco de seiscientos metros por el norte, nos aleja y nos acerca de nuevo a la carretera N-232 en un trazado por el nacen dos nuevos caminos vecinales en dirección norte pero que nosotros eludimos por no coincidir con nuestra marcha aunque nos sirven de referencia. En este punto geográfico, el curioso caminante debe hacer un alto. Observar el entorno y orientarse. No se trata de andar y andar y andar para presumir de haber andado, sino apreciar lo que aquí ha ocurrido, ocurre y ocurrirá. Manteniendo al mirada en dirección Este, desde hace unos doscientos metros vemos recto el viejo camino de La Jana y en este punto, otro camino aparentemente importante se cruza oblicuamente en sentido NE-SO, en medio, la carretera N-232 lo desbarata todo, cincuenta metros hacia el sur unas granjas nos referencian el lugar del que hablo, no hay duda, estamos pisando al verdadera, original y auténtica VIA AUGUSTA, nada de bromas, el camino que cruza oblicuamente nuestro paso es la Vía Augusta.

    Durante los próximos cuatrocientos metros, nos daremos el gustazo de caminar sobre la mismísima Vía Augusta al igual que hicieron aquellos íberos conquistados cuando se desplazaban desde Dertosa a Mouvedre por no decir de Tarraco a Itálica que nos cae muy lejos, o viceversa, saboreando la historia, la riqueza, la naturaleza, el paisaje y la permanencia, abandonando el viejo camino de La Jana sin cruzar la carretera N-232 y tomando el camino oblicuo en dirección N-E en medio de campos cultivados de olivos mediterráneos.

    A unos doscientos cincuenta metros en dirección norte desde el cruce de la Vía Augusta con el camino de La Jana, hay un trazado abandonado e intransitable que por su alineación E-O muy bien podría, por su mayor antigüedad, ser el auténtico camino que utilizó San Vicente en su peregrinación por las tierras del Maestrazgo, pero como no es mi misión el hacer averiguaciones en esta redacción, me limito a apuntar la cita para sapiencia del curioso y del estudioso.

    Para no perdernos, una granja de dos naves paralelas en el nuevo cruce de caminos nos delata que estamos apunto de tener que abandonar la Vía Augusta y tomar el camino de la derecha en dirección Este. No hay pérdida, es el único camino por que no se accede directamente a las fincas agrícolas de labranza y a los trescientos metros vemos otra granja con dos edificaciones cruzadas a nuestra derecha. A partir de aquí, a seguir el camino sin preocupaciones porque nos conducirá, durante un kilómetro y medio, hasta la carretera de La Jana a Canet lo Roig, que deberemos cruzar en perpendicular, para ver otra granja al otro lado de la carretera y continuar nuestra marcha.

    A unos seiscientos metros de la carretera de Canet lo Roig a La Jana, nos encontramos otro cruce de caminos con una vieja casa abandonada a la derecha en el sentido de nuestra marcha, está en ruinas y nos referencia nuestro correcto itinerario, continuando unos trescientos metros, se levanta la edificación de nueva granja de dos naves al sur del camino y a nuestra derecha en el sentido de marcha para continuar durante mil quinientos metros que, tomando un arco en dirección sur en un cambio de rasante, gira el camino hacia el norte con fuerte curva a la derecha y a cincuenta metros girando 360º alrededor del árbol del borde del camino, tomamos la curvatura del nuevo trazado en dirección S-E para alcanzar, a unos trescientos cincuenta metros de bajada hacia el Este, la balsa, que, siguiendo el camino, la bordeamos por el norte manteniéndola a nuestra derecha y avanzamos por la cuesta con más ilusión porque entendemos que está cercana la ermita. Ya no hay pérdida, el camino nos conduce hasta el pueblo de Traiguera al que accedemos por el lado del cementerio, zigzagueando la tapia y entrando en la población por la calle Ramón y Cajal hacia la plaza triangular del Arrabal para continuar por la calle San Cristóbal y calle Mayor hasta la iglesia y descendemos hasta el final de la calle continuando por el camino de circunvalación girando a la izquierda y sin cruzar el puente del barranco, después de algo más de trece kilómetros de caminata que nos separa de la desaparecida ermita de San Vicente de Chert, accediendo a la replaza cementada que allí existe con unos lavaderos muy bien conservados y aprovechamos la frescura de las aguas puras y cristalinas de la fuente de San Vicente para aplacar nuestro cansancio refrescando la boca, mientras contemplamos la capilla de San Vicente de Traiguera con el techo de bóveda y su entorno, comprobando que el reloj nos indica la hora de comer.

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